Prototipo: cómo validar tu producto con poco tiempo y dinero

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Prototipo: cómo validar tu producto con poco tiempo y dinero

La validación de herramientas y procesos es uno de los puntos claves a la hora de lanzar nuevos productos o realizar cambios en los que ya existen. Para hacerlo de manera fácil y rápida, y casi sin dinero, es recomendable realizar antes del lanzamiento final prototipos que nos permitirán saber si realmente eso funcionará.

 

Los prototipos son una simulación de un proceso o una herramienta. Siempre deben realizarse cuando se quiere validar algo que va a tomar mucho tiempo o dinero. Por ejemplo, si se quiere testear el flujo de uso de una aplicación, mejor hacerlo con un prototipo para que sea más fácil de hacer cambios y re-testear en vez que desarrollar todo el aplicativo

La idea es que sean fáciles y rápidos de hacer. Hay dos errores fundamentales que no hay que cometer a la hora de prototipar. El primero es enamorarse del prototipo, porque el prototipo debe ser desechable: la mayoría de las veces se prueban, se modifican y hasta se eliminan. 

 

El segundo error es que los prototipos no deben moldear la idea, es decir, si la herramienta que estás usando para prototipar es limitada y no deja hacer lo que tenías en mente, no debes modificar tu idea sino cambiar de herramienta o buscar otra solución.

 

Muchas veces en nuestro camino emprendedor tendemos a limitarnos en función a lo que tenemos o sabemos hacer. Pero en 10xU siempre decimos que es al revés: hay que pensar cómo crear valor para los usuarios, que se necesita para eso y luego ver cómo conseguir los recursos. No limitarse con lo que tenemos. Esto puede aplicarse perfectamente a la hora de hacer prototipos.

 

Para simplificar, hay dos tipos de prototipos: 

 

  • Prototipos de baja fidelidad: Se realizan de forma rápida y se enfocan en aspectos generales del sistema sin entrar en detalles. Nada de fotos, colores, diseño, texto
  • Prototipos de alta fidelidad: Son más precisos y se necesitan herramientas especializadas de prototipado para realizarlos. De ser necesario, los usuarios pueden interactuar con el prototipo.

 

 

El punto está en escoger bien cuál es el que necesitas según tus objetivos y necesidades. Si estamos conceptualizando y queremos validar el concepto, tal vez un prototipo de baja fidelidad es suficiente y recomendable, porque vamos a ver si el usuario entiende de qué va sin distracción de colores ni fotos.

 

Si uno quiere validar más allá, por ejemplo las fotos, si hay ruido en el diseño, ahí deberías hacer un modelo de más alta fidelidad. Cada experimento de validación debe tener un objetivo: tener en claro qué estás validando y a partir de ahí decidir cómo estructurar tu prototipo.

Existen distintas formas de realizar un prototipo:

 

  • Prototipos físicos: Como su nombre lo indica, son prototipos que se pueden tocar e interactuar físicamente. Sirven para validar otro tipo de cosas, por ejemplo cómo los productos pueden interactuar en el mundo físico, los tamaños, su ergonomía.
  • Prototipos digitales: Son los modelos digitales que se realizan a través de la computadora. 
  • Prototipos de Robótica Avanzada y Colaborativa, Realidad Aumentada, Virtual y Mixta: Para realizarlos se necesita más tecnología, expertos y recursos. Por ejemplo, la realidad aumentada se utiliza mucho en el sector de automóviles, donde los prototipos en modelo 3D significaron un cambio radical en el proceso de diseño, fabricación, costos y control de seguridad. 

 

Procesos a la hora de prototipar: 

 

Tener un proceso claro a la hora de prototipar es muy importante para ser rápidos y eficaces. Saber los pasos que vamos a dar nos va a evitar los errores antes de empezar a prototipar. 

  1. Investigación: Cuando tengamos la idea y la solución que queremos prototipar, es fundamental realizar una investigación de qué ya está hecho en el mercado para tomar como referencia y no tener que empezar de cero. El objetivo de la investigación es sacar ideas, ver cómo implementar lo que ya está hecho a nuestro modelo de negocio. La investigación, aunque sea corta, nunca debe faltar.

 

  1. Flujo general del usuario: Tener una idea del camino que queremos que recorra el usuario: por dónde va a empezar, a dónde lo va a dirigir eso, luego hacia dónde irá y dónde terminará. Es importante porque de ahí uno se da cuenta de la magnitud que uno tiene que prototipar y de lo que le falta
  2. Lista de componentes: Hacer un listado de qué es lo que vamos a prototipar exactamente. ¿Cuántos wireframes? ¿Vamos a incluir imágenes?
  3. Prototipo de baja fidelidad: Empezar de esta manera hace más sencillo hacer los primeros arreglos.
  4. Prototipar en alta fidelidad: plasmar el prototipo en las herramientas digitales antes mencionadas.

 

  • Validar: ¿Se alcanzó el objetivo?
  • Iterar si es necesario.
  • Implementar.

 

El usuario de nuestra app es usuario de otras apps

 A la hora de lanzar nuevos productos o hacer cambios, siempre queremos ser novedosos y llamar la atención de nuestros posibles usuarios. Sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo: la mejor usabilidad se da cuando el usuario ya lo conoce y sabe cómo usarlo.

 

Es importante entender en qué enfocarse a la hora de innovar. Hay que evitar la innovación en acciones que los usuarios ya están muy acostumbrados a realizar de cierta manera. Por ejemplo, en los formularios, a la hora de registrarse o de cerrar sesión: todo el mundo sabe cómo se hace, es probable que el usuario no quiera aprender a hacerlo de otra manera o desconfíe.

 

Siempre es recomendable diseñar algo que al usuario le resulte natural, es decir, que ellos ya usan otras herramientas similares y que funcione con éxito. Para eso, tanto Google como Apple crearon modelos sobre cómo diseñar para su software: nos dicen dónde deberían estar los botones, cómo debería ser la estructura, qué colores son recomendables, entre otras cuestiones. 

 

Esto no significa que no haya que pensar nuevas opciones de diseño. Por ejemplo, Instagram en su momento innovó a la hora de dar la opción de likear una foto haciendo doble click, en vez de tocar un botón. Lo mismo con Tinder, quien implementó la opción de deslizar con el dedo para la izquierda o la derecha a la hora de elegir candidato, técnica que está siendo utilizada por cada vez más apps.

 

Algunas herramientas que puedes utilizar si eliges los prototipos digitales:  

Como hemos dicho, la herramienta a utilizar va a ser según nuestros objetivos y qué queremos validar. Aquí algunas opciones que recomendamos:


 

  • InVision: Es una aplicación de suscripción, pero tiene la opción de crear un proyecto de manera gratuita. Una de las ventajas es que a través de un enlace se le puede mostrar el prototipo al cliente para que interactúe con él. 
  • Figma: Es una app de escritorio, que puede utilizarse sólo entrando desde el navegador. Las ventajas son que puedes usarla de forma gratuita, es sencilla e ideal para empezar un diseño desde cero, sobre todo en baja fidelidad. La contra es que no brinda la posibilidad de realizar tantas interacciones y tampoco posee muchas opciones de diseño. 
  • Framer X: Una opción más avanzada, ideal para los que ya tienen conocimientos en diseño y programación. Permite crear componentes de React en diseño y exportarlos en código. 
  • Axure: Permite la creación de prototipos básicos o avanzados de forma sencilla. Es muy intuitiva y se puede empezar a usar sin tener conocimientos sobre la herramienta. Entre sus beneficios se encuentran su amplia variedad de widgets (hasta tiene la opción de personalizarlos) y la interactividad que simula el comportamiento de las interfaces. Entre sus contras, es que es paga (aunque da una prueba gratuita de 30 días).

 

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