Invertibilidad: Cómo hacer para tener lo que los inversionistas están buscando

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Invertibilidad: Cómo hacer para tener lo que los inversionistas están buscando

Cuando alguien necesita levantar capital para su compañía, lo primero que piensa es en salir a buscar inversores. Y si bien es correcto, muchas veces no se tiene en cuenta otro factor importante a la hora de lograrlo: tener lo que los inversionistas están buscando para que tu compañía sea invertible y que ellos te busquen a ti.

En 10xU eso es lo que llamamos “invertibilidad”. Es un concepto que no tiene traducción en inglés ni en español, pero que nos gusta usar para hablar de empresas que trabajan duro para tener la capacidad de atraer dinero, de convertirse en “invertibles”.

Para eso hay que armar y trabajar en un plan de levantamiento de capital que nos ayude a generar todos los activos que conviertan nuestra empresa en invertible. Y realmente vale la pena porque, como hemos dicho varias veces, sin dinero no se llega a ningún lado.

Seguramente te estarás preguntando cómo hacer para que los inversionistas vean tu empresa y digan “es aquí donde quiero invertir”. Generalmente se cree que lo primero que hay que hacer es desarrollar el producto porque es lo que los inversores están buscando. Pero lamentablemente no es así: especialmente en las fases iniciales del ciclo de creación de una compañía, el producto terminado es una de las últimas cosas que se tiene en cuenta.

Para hacer tu empresa “invertible” debes trabajar proactivamente en distintos activos que demuestren que eres un lugar seguro para confiar dinero y a partir de ahí generar valor. Esos activos en los que debes enfocarte van a depender de la fase en la que estés: no es lo mismo si solo tienes una idea a que si ya eres una empresa que ya está empezando a crecer.

Lo primero que debes hacer es preguntarte: “¿En qué fase de levantamiento de capital estoy?”. Según la fase en la que estés vas a empezar a pensar cuánto dinero necesitas, para qué y a quién se lo vas a pedir. Esto es importante porque hay distintos tipos de inversionistas para cada fase y cada uno tiene expectativas diferentes.

Por ejemplo, si estás en la fase pre-semilla, es decir que recién empiezas y tienes solo una buena idea, es probable que le pidas dinero a un amigo o conocido. Si te lo presta e invierte en ti, seguramente lo haga porque quiere que te vaya bien y no porque busca un rédito económico.

Pero el dinero que puedes llegar a conseguir de tu círculo cercano es probable que no te alcance. Una vez que la empresa empiece a tomar forma y crecer, vas a encontrarte con otro tipo de inversores con intereses muy distintos a los de tu familia o tu amigo que confió en ti aquella primera vez. Por eso las otras dos preguntas que debes hacerte son: “¿Cuál es el perfil del inversionista para esta fase?” y “¿Qué están buscando los inversionistas en esta fase?”

Ya en la fase semilla, cuando ya terminaste y lanzaste tu producto, y además tienes un modelo de negocio definido y has comenzado a vender, tendrás que lidiar con inversionistas ángeles. En esta etapa ellos querrán ver qué equipo has ideado, en qué activos trabajaste y si realmente lograste conseguir Product Market Fit, es decir, si has encontrado el mercado donde tu producto aportará valor.

Esto no significa que debes haber invertido gran cantidad de dinero contratando gente o desarrollando tu producto, sino que debes haber trabajado en pensar qué tipo de profesionales necesitarás, en validar tu producto en el mercado, en experimentar. Es decir, tener bien en claro qué es lo que necesitas o cómo vas a hacer para encontrarlo.

 

Por ejemplo, una forma de validar que tu producto tiene un mercado interesado en él es crear de antemano una comunidad en redes sociales. Si los inversionistas ven que hay miles de personas que leen tu blog, sabrán que están interesadas en tu producto y que seguramente lo compren cuando se lance al mercado. Lo más importante es demostrar que saben generar valor para el mercado y que han identificado el mercado al cual entregarle valor.

Una vez que tu compañía esté estable y necesites hacerla crecer, tendrás que recurrir a rondas de financiación con nombres de letras del alfabeto: Ronda A, Ronda B, Ronda C.  A medida que vayas avanzando de ronda el capital de inversión será cada vez más alto y, por lo tanto, el grado de responsabilidad que tendrás. 

En esta etapa los inversionistas profesionales o inversionistas institucionales (por ejemplo, un fondo de VC) también tendrán propósitos diferentes y para eso querrán ver números, asegurarse de que multiplicarás sus ganancias y de que puedes seguir escalando. Sin embargo, en el fondo todos tienen un mismo objetivo final: alcanzar ese exit que beneficia a todos los que han apostado por la empresa a lo largo del tiempo y han mantenido su inversión.

Como consejo final, siempre recomendamos tener en cuenta esto para que no gasten tiempo pitcheando la oportunidad equivocada al inversionista equivocado. Un fondo de capital muy difícilmente va a invertir en una empresa semilla, un conocido no va a invertir en una empresa ya establecida y con crecimiento orgánico.

Arma tu plan de levantamiento de capital y enfócate en lo que necesitas en cada momento de crecimiento de tu compañía. Y si quieres aprender cómo hacerlo, en nuestros cursos para emprendedores tenemos un módulo exclusivo sobre el tema, con herramientas y clases grabadas para que puedas verlas las veces que necesites. ¡No hay tiempo que perder!

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